lunes, 16 de julio de 2012

El Principado de Seborga, una micronación en plena Italia.

Seborga es un pequeño pueblecito de apenas 500 habitantes, situado en la frontera italo-francesa, muy cerca de Niza. Nada tendría de especial si no fuera porque esta pequeña población se declaró como independiente de la República Italiana hace ya algunos años.

Fue a mediados del siglo XX cuando Giorgio Carbone, un prohombre local, cree encontrar una base histórica para tal independencia. Efectivamente Seborga había tenido un carácter autónomo en la antigüedad, dentro de la enorme constelación de ciduades estados que existían en lo que, con el tiempo, acabaría siendo Italia. Posteriormente, decía Carbone, no era mencionada en ningún documento que constatase su unidad con el resto de Italia, algo lógico si atendemos al diminuto tamaño del lugar.

                                                               Principado de Seborga.


Así que, ni corto ni perezoso, Carbone proclama la independiencia de Seborga, erigiendo en este territorio una Monarquía Parlamentaria, al frente de la cual se situaría a él mismo, bajo el pomposo título de Girogio I de Seborga. Estamos en el año 1960.

Las autoridades italianas no prestaron atención a este hecho, así que lo que parecía una pequeña broma fue creciendo, hasta convertirse en un enorme reclamo turístico de la zona. Así, Giorgio I continuó adelante, dando pasos decididos (y posiblemtene con un trasfondo económico, buscando una mayor singularidad) en pos de reunir cuantos caracteres propios tienen los Estados.

Así, en la actualidad Seborga tiene una moneda, el Luigino, sin valor legal, pero que tiene un cambio ficticio de 6 dólares americanos...y que, por supuesto, se ha convertido en toda una pieza de coleccionista. Segorba acuña igualmente sellos, tiene su propia loteria nacional, un Parlamento compuesto por quince escaños (algo menos del 5% de la población total del país), un boletín oficial, y diversas selecciones deportivas...Y el sueño de Girogio Carbone continúa hacia adelante...


                              Rincón de Seborga, con la bandera del Principado en primer término.


Otro día comento algo sobre Filettino, otro pequeño pueblo italiano que se declaró independiente en 2010, en protesta por los recortes abusivos que el Gobierno central Italiano estaba imponiendo a los pequeños municipios...Una historia que suena, ¿verdad? Igual no es descartable que en pocas fechas comience a ocurrir lo mismo en otros países de Europa que a todos nos vienen a la mente.

Marc-Pierre Dylan.


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